Primero, debemos preguntarnos: ¿Qué es la cultura de alto rendimiento? ¿Y qué papel juegan los líderes en este tipo de cultura?
Partiendo de la base de que la cultura de alto rendimiento es un enfoque empresarial que reconoce y recompensa a los empleados por cumplir objetivos y desarrollar habilidades clave.
Esta cultura es esencial para que las compañías alcancen sus metas, pero para que funcione, es crucial que exista una sinergia entre el empleado y la empresa.
Los empleados deben tener claros los objetivos y metas para que tanto ellos como la empresa puedan alcanzar el éxito.
Es vital que tanto la empresa como el líder entiendan que no se debe escatimar en la definición de objetivos. Estos deben ser desafiantes y estar bien recompensados (Que no tiene porque ser siempre dinero), lo que garantizará que tanto el empleado como la empresa alcancen el éxito.
El empleado también debe conocer los valores y el propósito de la empresa. Es responsabilidad de la compañía comunicar estos valores claramente y demostrar, con acciones, que realmente los siente y percibe.
Claves para implementar una cultura de alto rendimiento:
1. Definir la orientación de la empresa: ¿Hacia dónde quiere llegar?
2. Claridad en los objetivos y metas.
3. Proyección adecuada: Asegurar que los objetivos sean realistas.
4. Plan de evaluación sólido.
5. Identificar las competencias necesarias en los empleados.
6. Reconocimiento y recompensas para los empleados.
"Cuando una cultura de alto rendimiento se implementa correctamente, los empleados se sienten parte de un objetivo común y se esfuerzan por alcanzarlo. El equipo se alinea con los valores de la empresa, lo que genera un sentido de pertenencia"
Lograr que los empleados se sientan parte tanto en los buenos como en los malos momentos crea un nivel de confianza difícil de igualar.
¿Qué papel juega el líder para implementar esta cultura?
El papel del líder es fundamental en este proceso. El líder debe integrar al equipo en la búsqueda del éxito, comunicando las metas con claridad, realizando un seguimiento continuo, proporcionando feedback efectivo y motivando a aquellos que se desvían del camino. Además, el líder debe evaluar si los objetivos son adecuados o demasiado exigentes. Este último punto es crucial; establecer metas inalcanzables solo genera desmotivación en el equipo.
El líder es quién va a guiar y orientar al cumplimiento, acompañando al equipo en su desarrollo y sacando lo mejor de cada uno.
Va a realizar el mantenimiento de esta cultura y debe estar alineado a los valores de la compañía, para luego poder compartirlos con los empleados. Va a ser un facilitador de crecimiento, generando que las personas estén motivadas, fomentando un ambiente de trabajo adecuado para el desempeño de cada equipo.
Algunas de las herramientas con que cuenta un líder para este proceso son:
* Seguimiento constante: Monitorea regularmente al equipo, utilizando informes y otros registros. La claridad en este seguimiento es esencial.
* Feedback regular: Los empleados necesitan saber qué están haciendo bien y en qué pueden mejorar. Te recomendamos que el feedback sea semanal para generar confianza.
* Equipo bien estructurado: Todos deben trabajar hacia los mismos objetivos, entendiendo no solo la recompensa, sino también el propósito detrás de la meta de la empresa.
* Espacio abierto para ideas: Fomenta un ambiente donde los empleados puedan proponer nuevas ideas y expresarse libremente. Un líder que confía en su equipo y les permite mostrarse ayudará a crear un equipo más fuerte y eficiente.
Todo esto forma parte de la cultura de alto rendimiento. Si deseas un equipo eficaz, demuestra de lo que eres capaz, genera confianza, y proporciona las herramientas necesarias para que puedan hacer su trabajo. De esta manera, el equipo responderá con su máximo esfuerzo.
Siempre colocando a la persona por delante.
Si tienes dudas como trabajar y cambiar la motivación del equipo, puedes escribirnos a nuestro chat para que podamos asistirte. Ingresando a www.knous.io